jueves, 5 de mayo de 2016

SIN DEPRESIÓN SE VIVE MEJOR


La depresión es una enfermedad en la cual la persona se siente frecuentemente triste, sin ganas de realizar sus actividades diarias, desmotivado, con frustración y baja autoestima, lo cual interviene en su desempeño cotidiano y conduce al aislamiento social y la apatía.
 El envejecer es un proceso normal en nuestra vida y la depresión no tiene porqué estar ligada ni ser parte de ello. Lamentablemente, aún se generaliza esta condición en los adultos mayores; sin embargo hay muchos casos en los cuales se presenta esta enfermedad, causando malestar en esta población.

Causas: 

  • Incapacidad física debido a la edad o a enfermedades que los aquejan. 
  • Pérdida de familiares y amigos.
  • Limitaciones económicas,
  • Pérdida de independencia (realización de actividades o cuidarse a sí mismo).
  • No realizar actividades de las que antes disfrutaba.
  • Inquietud que le dificulta descansar.
  • Sentirse una carga para su familia.
  • Aislamiento por parte de su medio social, lo que conduce al sentimiento de soledad.
  • Desmotivación. 
  • Sentirse olvidados.
Reconocer la depresión en una persona mayor puede resultar difícil, pues, suele confundirse con la fatiga o insomnio, característicos de la vejez. Para identificar la depresión adecuadamente debemos estar atentos a los siguientes síntomas: 
  • Descuido de su persona.
  • Descuido de su hogar.
  • Pérdida de apetito, por ende, pérdida de peso.
  • Confusión.
  • Problemas para conciliar el sueño.
  • Falta de contacto con su familiares o amigos.
  • Desinterés en la vida.
  • Desgano.
El no percatarse a tiempo de estos síntomas puede ser perjudicial para la salud del adulto mayor, por esa razón es necesario buscar ayuda a tiempo. Los familiares que compartan tiempo con la persona afectada pueden buscar la ayuda de un especialista que los oriente sobre la situación; si bien, se le ordenará antidepresivos en dosis necesarias, otra manera de contrarrestar los síntomas:
  • Ejercicios físicos.
  • Brindarle una alimentación adecuada.
  • Mantener el contacto positivo con la persona mayor, brindarle cariño y apoyo.
  • Conversar sobre los problemas que le preocupen, por más pequeños que estos sean; al igual que, escucharlo hablar sus sentimientos y emociones.
  • Controlar periódicamente el avance del adulto mayor.
  • Establecer hábitos de sueño. 
  • Proporcionarle la medicación adecuada.
  • Alentarlo a realizar actividades que le produzcan satisfacción y que le gusten.
  • Alentarlo a vivir con alegría y sin preocupaciones.
Estos son pequeños pasos que pueden ayudar al adulto mayor salir adelante y superar esta situación.




Referencias: 
  1. Domínguez, J. (15 de junio de 2012). Depresión: Una enfermedad común en el adulto mayor. Recuperado de: http://www.sura.com/blogs/calidad-de-vida/depresion-comun-adulto-mayor.aspx
  2. Depresión en los adultos mayores (sin fecha): https://www.nlm.nih.gov/medlineplus/spanish/ency/article/001521.htm
  3. Síntomas y tratamiento de la depresión en el adulto mayor (sin fecha): http://www.geosalud.com/depresion/depresion_mayores.htm

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